Para resolver ciertos problemas necesitamos realizar algunas suposiciones sobre el problema original. Estas suposiciones, son eso suposiciones.
Si tenemos suerte podemos resolver el problema condicionado y trasladar esos resultados al problema original, y eliminar las suposiciones, o demostrar que nuestras condiciones supuestas son parte del problema.
Pero muchas veces nuestras suposiciones son incorrectas, en ese caso podemos descartarlas y realizar nuevas suposiciones, o buscar una solución alternativa.
Frecuentemente sucede que una vez obtenidas las conclusiones del problema a partir de estas suposiciones, estas no son revisadas para ver que nuestra conclusión es consistente con el problema.
Estas pueden ser incorrectas y frecuentemente lo son. Siempre es una buena costumbre revisar nuestras suposiciones originales luego de resolver un problema, algunas de ellas podría ser incorrecta, o no abarcar todo el problema.
Otro problema bastante común es como elegir una buena suposición, esto depende del problema y de nuestra experiencia previa, y lamentablemente la única forma de aprender a hacer esto es resolviendo muchos problemas, y equivocandose bastante.
24 de febrero de 2007
10 de febrero de 2007
No resolviendo problemas.
Hay muchas formas de no resolver un problema, aquí un par que suelen ser bastante comunes.
- Transformar un problema fácil en otro imposible, y concluir que el problema original es imposible.
- Utilizar herramientas poderosas que no se saben usar, en vez de herramientas simples que se conocen bien.
- Sobreestimar el problema, creer que la solución tiene que ser complicada.
- Pensar en el problema en vez de en la solución.
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